La última investigación del Instituto Nacional de Salud de EE. UU. (NIH) ha revelado desarrollos prometedores en la lucha contra el VIH-1 mediante la creación de un anticuerpo híbrido humano-llama. Este innovador anticuerpo combina la capacidad de las llamas (Llama glama) para producir nanocuerpos, que son versiones más pequeñas y flexibles de los anticuerpos convencionales, con anticuerpos humanos de acción amplia (bNAbs), resultando en una herramienta poderosa para combatir el virus.
Inicialmente, los investigadores inmunizaron a una llama con el antígeno del VIH-1 conocido como el trimer de envoltura BG505 DS-SOSIP. Este proceso, que se realizó en 13 ocasiones durante un período de 271 días, estimuló la producción de nanocuerpos específicos para el VIH. Los nanocuerpos, debido a su tamaño diez veces menor al de los anticuerpos humanos, pueden acceder a sitios de unión difíciles de alcanzar para los anticuerpos convencionales.
Los resultados han sido alentadores. El anticuerpo híbrido desarrollado logró neutralizar hasta un 96% de 208 cepas del VIH-1 en condiciones de laboratorio. Esta eficacia representa una mejora de diez veces en comparación con un anticuerpo híbrido anterior. Los valores de IC50 (concentración inhibitoria media) fueron reveladores: 0.1 µg/mL para G36×3-IgG2a y 0.016 µg/mL para R27×3-IgG2a, indicando una potencia significativa.
El mecanismo de acción de los nanocuerpos se centra en identificar y atacar sitios vulnerables en la envoltura del VIH-1, específicamente el sitio de unión al CD4 y el V2-apex. Esta estrategia reduce considerablemente la probabilidad de que el virus escape de la neutralización, un desafío común con los tratamientos que utilizan un solo anticuerpo. Al combinar los nanocuerpos con bNAbs, se optimiza tanto la neutralización -que alcanza el 96%- como la eficacia en comparación con los anticuerpos convencionales utilizados en solitario, que solo logran un 90% de neutralización.
No obstante, todavía hay desafíos que afrontar. Uno de los principales es la vida media de los nanocuerpos, que tienden a eliminarse rápidamente del cuerpo. La integración con los anticuerpos humanos ayuda a aumentar la vida media, permitiendo potencialmente tratamientos menos frecuentes. Asimismo, la inmunización de una sola llama plantea cuestiones sobre la escalabilidad del proceso y la posible necesidad de emplear múltiples llamas o distintas especies para obtener una respuesta inmune más amplia.
Otro aspecto crucial es la diversidad de anticuerpos. Actualmente, los nanocuerpos más eficaces se dirigen principalmente al sitio de unión al CD4 en la envoltura del VIH-1. Los investigadores buscan desarrollar nanocuerpos que también reconozcan otros sitios, lo que podría generar anticuerpos bispecíficos o multispecíficos más robustos, aumentando la efectividad del tratamiento. Las llamas, además de sus aplicaciones en la lucha contra el VIH, son conocidas por su capacidad única de producir nanocuerpos, una característica que también se estudia para tratar otras enfermedades, incluyendo cánceres y enfermedades infecciosas.
La importancia de este estudio, publicado en la revista Advanced Science por Jianliang Xu y su equipo, subraya el potencial de los nanocuerpos de llama en la lucha contra el VIH. El artículo "Ultrapotent Broadly Neutralizing Human-llama Bispecific Antibodies against HIV-1" ofrece una visión detallada del avance y destaca el camino hacia tratamientos más efectivos y accesibles para el VIH-1, un virus que ha desafiado la creación de una vacuna efectiva durante décadas.