La cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte ha alcanzado un nuevo nivel con el intercambio de sistemas de misiles y tropas. Rusia ha suministrado sistemas de misiles de defensa aérea a Corea del Norte, lo cual ha permitido el despliegue de más de 10,000 tropas norcoreanas para apoyar la guerra de Rusia en Ucrania. Este intercambio fue confirmado por el asesor de seguridad nacional de Corea del Sur, Shin Won-sik.
Se especula que los misiles enviados por Rusia a Corea del Norte incluyen los sistemas S-400, conocidos por su alcance de 400 kilómetros (250 millas) y acompañados de lanzadores y sistemas de radar terrestres. Aunque no se han especificado los tipos exactos de misiles entregados, el nivel de sofisticación de los S-400 es significativo.
Las tropas norcoreanas comenzaron a llegar a Rusia en octubre de 2024 y algunas ya han sido vistas en combates en el frente. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha estimado que hasta 100,000 soldados de Corea del Norte podrían unirse a la contienda. Corea del Norte no solo busca apoyo militar inmediato, sino también tecnología avanzada y experiencia de combate a cambio de su participación, incluyendo tecnología para satélites de vigilancia y posibles submarinos, así como garantías de seguridad de Moscú.
La cooperación económica y militar entre los dos países también ha sido fortalecida. Además de los sistemas de misiles, Rusia ha proporcionado apoyo económico y diversos tipos de tecnologías militares a Corea del Norte, lo cual incluye asistencia en el desarrollo de un sistema de vigilancia basado en satélites.
Desde agosto de 2023, Corea del Norte ha enviado más de 13,000 contenedores llenos de artillería, misiles y otras armas convencionales a Rusia para reabastecer sus arsenales. Este flujo constante de material bélico ha sido crucial para Rusia en su enfrentamiento continuado en Ucrania.
En el ámbito diplomático, en junio de 2024, el presidente ruso Vladimir Putin visitó Pyongyang, donde ambos líderes firmaron un tratado de asociación estratégica que obliga a ambos países a proporcionar asistencia militar mutua en caso de un ataque. Este pacto refuerza el compromiso de ambos países frente a las amenazas externas y subraya la importancia de su alianza estratégica.
El anuncio de esta cooperación ha generado preocupaciones internacionales, especialmente en Estados Unidos y Corea del Sur. Existe el temor de que Rusia pueda transferir tecnología de armas sofisticadas a Corea del Norte, lo cual mejoraría significativamente su capacidad nuclear y alteraría el equilibrio de poder en la región. Japón y otros aliados de Estados Unidos en Asia observan la situación con creciente inquietud, dado el potencial aumento de tensiones geopolíticas.
Además, Corea del Norte ha expresado la necesidad urgente de mejorar su sistema de defensa aérea. Esta urgencia se ha intensificado después de las acusaciones de que Corea del Sur utilizó drones para lanzar panfletos sobre Pyongyang, exacerbando aún más la tensión entre las dos naciones coreanas.
La creciente alianza militar entre Rusia y Corea del Norte representa un cambio significativo en la dinámica global y podría tener profundas implicaciones geopolíticas en los próximos años.