Ciencia

Los Humanos Están Evolucionando Ante Nuestros Ojos en la Meseta Tibetana

Un nuevo estudio liderado por la antropóloga Cynthia Beall ha descubierto que las mujeres tibetanas han desarrollado adaptaciones fisiológicas y genéticas notables para sobrevivir en altitudes que superan los 3,500 metros, demostrando una evolución humana en respuesta a la hipoxia.

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Los Humanos Están Evolucionando Ante Nuestros Ojos en la Meseta Tibetana

Un nuevo estudio liderado por la antropóloga Cynthia Beall ha descubierto que las mujeres tibetanas han desarrollado adaptaciones fisiológicas y genéticas notables para sobrevivir en altitudes que superan los 3,500 metros, demostrando una evolución humana en respuesta a la hipoxia.

"Estos hallazgos no solo iluminan el proceso de la evolución humana, sino que también destacan la importancia de la variabilidad biológica en la supervivencia en entornos hostiles"

- Apuntó Cynthia Beall.

26/10/2024

El reciente estudio dirigido por la antropóloga Cynthia Beall se centra en la evolución humana en el Altiplano Tibetano, donde las condiciones de hipoxia por la elevada altitud, que supera los 3,500 metros (11,480 pies), han impulsado adaptaciones biológicas significativas en las comunidades tibetanas. Este hallazgo se basa en la observación de 417 mujeres tibetanas con edades comprendidas entre 46 y 86 años, quienes toda su vida han residido en altitudes que varían entre 3,500 y 4,100 metros.

El estudio detallado, que abarca una muestra de 417 mujeres con un promedio de edad de 58.8 años, proporciona datos reveladores sobre su biología. En promedio, las mujeres tenían 5.3 embarazos (rango de 0 a 15) y 5.2 nacimientos vivos (rango de 0 a 14). Estas cifras permitieron a los investigadores identificar patrones clave sobre las adaptaciones fisiológicas relacionadas con el éxito reproductivo.

Una de las principales adaptaciones observadas fue la concentración de hemoglobina, con un promedio de 13.8 g/dL y un rango que oscila entre 8.4 y 17.7 g/dL. Las mujeres con niveles de hemoglobina cercanos al promedio del grupo (aproximadamente 13.4 g/dL) y con una alta saturación de oxígeno, que tuvo un promedio del 86.2% (rango de 65.0% a 94.3%), mostraron un mayor número de nacimientos vivos.

Además, el estudio destacó que un mayor flujo sanguíneo hacia los pulmones y ventrículos izquierdos más anchos, responsables de bombear sangre oxigenada al cuerpo, también se correlacionaba con tasas más altas de éxito reproductivo. Esto sugiere que estas características hematológicas y cardiovasculares distintivas son cruciales para la supervivencia y reproducción en altitudes extremas.

El análisis genómico reveló la presencia de variantes significativas en el locus EPAS1, un gen asociado con la regulación de la respuesta a la hipoxia y la concentración de hemoglobina. Este gen muestra claras señales de selección positiva en las poblaciones indígenas del Altiplano Tibetano, lo que subraya la influencia de la selección natural en estas adaptaciones biológicas.

Las mujeres que empezaron a tener hijos a una edad más temprana y se mantuvieron en matrimonios más largos tendieron a tener más nacimientos vivos, lo que sugiere una ventaja evolutiva asociada con la reproducción prolongada en un ambiente desafiante.

En resumen, el estudio de Cynthia Beall concluye que las adaptaciones fisiológicas y genéticas observadas en las mujeres tibetanas son ejemplos tangibles de la evolución humana en respuesta a entornos extremos, destacando cómo la variabilidad biológica puede favorecer la supervivencia y la reproducción en condiciones ambientales hostiles.

Algo Curioso
El Altiplano Tibetano es conocido por ser una de las regiones habitadas más altas del mundo, proporcionando una ventana única para estudiar la adaptación humana a condiciones de baja oxigenación.

"Estos hallazgos no solo iluminan el proceso de la evolución humana, sino que también destacan la importancia de la variabilidad biológica en la supervivencia en entornos hostiles"

- Apuntó Cynthia Beall.

Oct 26, 2024
Colglobal News

El reciente estudio dirigido por la antropóloga Cynthia Beall se centra en la evolución humana en el Altiplano Tibetano, donde las condiciones de hipoxia por la elevada altitud, que supera los 3,500 metros (11,480 pies), han impulsado adaptaciones biológicas significativas en las comunidades tibetanas. Este hallazgo se basa en la observación de 417 mujeres tibetanas con edades comprendidas entre 46 y 86 años, quienes toda su vida han residido en altitudes que varían entre 3,500 y 4,100 metros.

El estudio detallado, que abarca una muestra de 417 mujeres con un promedio de edad de 58.8 años, proporciona datos reveladores sobre su biología. En promedio, las mujeres tenían 5.3 embarazos (rango de 0 a 15) y 5.2 nacimientos vivos (rango de 0 a 14). Estas cifras permitieron a los investigadores identificar patrones clave sobre las adaptaciones fisiológicas relacionadas con el éxito reproductivo.

Una de las principales adaptaciones observadas fue la concentración de hemoglobina, con un promedio de 13.8 g/dL y un rango que oscila entre 8.4 y 17.7 g/dL. Las mujeres con niveles de hemoglobina cercanos al promedio del grupo (aproximadamente 13.4 g/dL) y con una alta saturación de oxígeno, que tuvo un promedio del 86.2% (rango de 65.0% a 94.3%), mostraron un mayor número de nacimientos vivos.

Además, el estudio destacó que un mayor flujo sanguíneo hacia los pulmones y ventrículos izquierdos más anchos, responsables de bombear sangre oxigenada al cuerpo, también se correlacionaba con tasas más altas de éxito reproductivo. Esto sugiere que estas características hematológicas y cardiovasculares distintivas son cruciales para la supervivencia y reproducción en altitudes extremas.

El análisis genómico reveló la presencia de variantes significativas en el locus EPAS1, un gen asociado con la regulación de la respuesta a la hipoxia y la concentración de hemoglobina. Este gen muestra claras señales de selección positiva en las poblaciones indígenas del Altiplano Tibetano, lo que subraya la influencia de la selección natural en estas adaptaciones biológicas.

Las mujeres que empezaron a tener hijos a una edad más temprana y se mantuvieron en matrimonios más largos tendieron a tener más nacimientos vivos, lo que sugiere una ventaja evolutiva asociada con la reproducción prolongada en un ambiente desafiante.

En resumen, el estudio de Cynthia Beall concluye que las adaptaciones fisiológicas y genéticas observadas en las mujeres tibetanas son ejemplos tangibles de la evolución humana en respuesta a entornos extremos, destacando cómo la variabilidad biológica puede favorecer la supervivencia y la reproducción en condiciones ambientales hostiles.

El reciente estudio dirigido por la antropóloga Cynthia Beall se centra en la evolución humana en el Altiplano Tibetano, donde las condiciones de hipoxia por la elevada altitud, que supera los 3,500 metros (11,480 pies), han impulsado adaptaciones biológicas significativas en las comunidades tibetanas. Este hallazgo se basa en la observación de 417 mujeres tibetanas con edades comprendidas entre 46 y 86 años, quienes toda su vida han residido en altitudes que varían entre 3,500 y 4,100 metros.

El estudio detallado, que abarca una muestra de 417 mujeres con un promedio de edad de 58.8 años, proporciona datos reveladores sobre su biología. En promedio, las mujeres tenían 5.3 embarazos (rango de 0 a 15) y 5.2 nacimientos vivos (rango de 0 a 14). Estas cifras permitieron a los investigadores identificar patrones clave sobre las adaptaciones fisiológicas relacionadas con el éxito reproductivo.

Una de las principales adaptaciones observadas fue la concentración de hemoglobina, con un promedio de 13.8 g/dL y un rango que oscila entre 8.4 y 17.7 g/dL. Las mujeres con niveles de hemoglobina cercanos al promedio del grupo (aproximadamente 13.4 g/dL) y con una alta saturación de oxígeno, que tuvo un promedio del 86.2% (rango de 65.0% a 94.3%), mostraron un mayor número de nacimientos vivos.

Además, el estudio destacó que un mayor flujo sanguíneo hacia los pulmones y ventrículos izquierdos más anchos, responsables de bombear sangre oxigenada al cuerpo, también se correlacionaba con tasas más altas de éxito reproductivo. Esto sugiere que estas características hematológicas y cardiovasculares distintivas son cruciales para la supervivencia y reproducción en altitudes extremas.

El análisis genómico reveló la presencia de variantes significativas en el locus EPAS1, un gen asociado con la regulación de la respuesta a la hipoxia y la concentración de hemoglobina. Este gen muestra claras señales de selección positiva en las poblaciones indígenas del Altiplano Tibetano, lo que subraya la influencia de la selección natural en estas adaptaciones biológicas.

Las mujeres que empezaron a tener hijos a una edad más temprana y se mantuvieron en matrimonios más largos tendieron a tener más nacimientos vivos, lo que sugiere una ventaja evolutiva asociada con la reproducción prolongada en un ambiente desafiante.

En resumen, el estudio de Cynthia Beall concluye que las adaptaciones fisiológicas y genéticas observadas en las mujeres tibetanas son ejemplos tangibles de la evolución humana en respuesta a entornos extremos, destacando cómo la variabilidad biológica puede favorecer la supervivencia y la reproducción en condiciones ambientales hostiles.

Algo Curioso
El Altiplano Tibetano es conocido por ser una de las regiones habitadas más altas del mundo, proporcionando una ventana única para estudiar la adaptación humana a condiciones de baja oxigenación.

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