Salud

La Placenta: El Tesoro Médico y Biológico que Se Descarta en Cada Parto, Limitando Información Clave para la Salud Materna y Fetal

La placenta, órgano clave durante el embarazo, es frecuentemente desechada tras el parto, perdiéndose así información vital sobre la salud de la madre y el bebé. Expertos destacan la importancia de su examen para prevenir y diagnosticar complicaciones.

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La Placenta: El Tesoro Médico y Biológico que Se Descarta en Cada Parto, Limitando Información Clave para la Salud Materna y Fetal

La placenta, órgano clave durante el embarazo, es frecuentemente desechada tras el parto, perdiéndose así información vital sobre la salud de la madre y el bebé. Expertos destacan la importancia de su examen para prevenir y diagnosticar complicaciones.

“El análisis de la placenta puede revelar información crucial sobre la salud materna y del bebé”

- Afirma la patóloga perinatal Mana Parast.

16/11/2024

La placenta, un órgano temporal que se desarrolla junto al embrión durante el embarazo, actúa como una interfaz crucial entre la madre y el feto. Su función principal es el intercambio de gases, nutrientes y residuos entre la sangre materna y fetal, sin mezclar ambas circulaciones. Además, juega un papel fundamental en la producción de hormonas que regulan la salud de ambos.

A pesar de su importancia, la placenta es frecuentemente desechada tras el parto, una práctica que expertos como la patóloga perinatal Mana Parast consideran una oportunidad perdida para obtener información valiosa sobre la salud materna y fetal. Actualmente, solo se examinan las placentas en casos de muerte fetal. Sin embargo, se ha demostrado que las patologías placentarias están asociadas con problemas de bajo peso al nacer, preeclampsia y complicaciones cardiovasculares en la madre.

Un estudio realizado en 2015 en Ámsterdam estableció un protocolo para el análisis de la placenta, pero su implementación ha sido limitada. En España, solo el 10% de las placentas son enviadas a patología en casos de complicaciones, lo que subraya una subutilización de este recurso diagnóstico.

La investigación sugiere que el examen de la placenta podría ayudar a predecir problemas en futuros embarazos y mejorar la atención médica. Por ejemplo, este análisis podría proporcionar información sobre el riesgo de recurrencia de complicaciones como la preeclampsia y revelar nuevas relaciones entre signos clínicos y la eficacia de tratamientos.

Además de su potencial diagnóstico, el tejido placentario tiene aplicaciones prácticas. Aunque la donación de placenta no es común, su tejido puede ser utilizado en injertos para curar quemaduras y heridas graves, debido a su bajo riesgo de rechazo inmunitario. Asimismo, es una fuente de células madre, lo que añade un valor adicional a su análisis.

Sin embargo, la práctica clínica enfrenta desafíos significativos. Existe resistencia a considerar el examen de la placenta como parte del cuidado estándar, y hay una escasez de especialistas en este campo. En Estados Unidos, la patología placentaria se utiliza frecuentemente como una defensa contra demandas por negligencia médica, lo que limita su estudio.

La utilización adecuada de la placenta podría ofrecer información crucial sobre la salud materna y fetal, así como mejorar la atención en futuros embarazos. Promover su análisis y superar las barreras existentes en la práctica clínica puede significar un avance significativo en el cuidado y prevención de complicaciones durante el embarazo.

Algo Curioso

“El análisis de la placenta puede revelar información crucial sobre la salud materna y del bebé”

- Afirma la patóloga perinatal Mana Parast.

Nov 16, 2024
Colglobal News

La placenta, un órgano temporal que se desarrolla junto al embrión durante el embarazo, actúa como una interfaz crucial entre la madre y el feto. Su función principal es el intercambio de gases, nutrientes y residuos entre la sangre materna y fetal, sin mezclar ambas circulaciones. Además, juega un papel fundamental en la producción de hormonas que regulan la salud de ambos.

A pesar de su importancia, la placenta es frecuentemente desechada tras el parto, una práctica que expertos como la patóloga perinatal Mana Parast consideran una oportunidad perdida para obtener información valiosa sobre la salud materna y fetal. Actualmente, solo se examinan las placentas en casos de muerte fetal. Sin embargo, se ha demostrado que las patologías placentarias están asociadas con problemas de bajo peso al nacer, preeclampsia y complicaciones cardiovasculares en la madre.

Un estudio realizado en 2015 en Ámsterdam estableció un protocolo para el análisis de la placenta, pero su implementación ha sido limitada. En España, solo el 10% de las placentas son enviadas a patología en casos de complicaciones, lo que subraya una subutilización de este recurso diagnóstico.

La investigación sugiere que el examen de la placenta podría ayudar a predecir problemas en futuros embarazos y mejorar la atención médica. Por ejemplo, este análisis podría proporcionar información sobre el riesgo de recurrencia de complicaciones como la preeclampsia y revelar nuevas relaciones entre signos clínicos y la eficacia de tratamientos.

Además de su potencial diagnóstico, el tejido placentario tiene aplicaciones prácticas. Aunque la donación de placenta no es común, su tejido puede ser utilizado en injertos para curar quemaduras y heridas graves, debido a su bajo riesgo de rechazo inmunitario. Asimismo, es una fuente de células madre, lo que añade un valor adicional a su análisis.

Sin embargo, la práctica clínica enfrenta desafíos significativos. Existe resistencia a considerar el examen de la placenta como parte del cuidado estándar, y hay una escasez de especialistas en este campo. En Estados Unidos, la patología placentaria se utiliza frecuentemente como una defensa contra demandas por negligencia médica, lo que limita su estudio.

La utilización adecuada de la placenta podría ofrecer información crucial sobre la salud materna y fetal, así como mejorar la atención en futuros embarazos. Promover su análisis y superar las barreras existentes en la práctica clínica puede significar un avance significativo en el cuidado y prevención de complicaciones durante el embarazo.

La placenta, un órgano temporal que se desarrolla junto al embrión durante el embarazo, actúa como una interfaz crucial entre la madre y el feto. Su función principal es el intercambio de gases, nutrientes y residuos entre la sangre materna y fetal, sin mezclar ambas circulaciones. Además, juega un papel fundamental en la producción de hormonas que regulan la salud de ambos.

A pesar de su importancia, la placenta es frecuentemente desechada tras el parto, una práctica que expertos como la patóloga perinatal Mana Parast consideran una oportunidad perdida para obtener información valiosa sobre la salud materna y fetal. Actualmente, solo se examinan las placentas en casos de muerte fetal. Sin embargo, se ha demostrado que las patologías placentarias están asociadas con problemas de bajo peso al nacer, preeclampsia y complicaciones cardiovasculares en la madre.

Un estudio realizado en 2015 en Ámsterdam estableció un protocolo para el análisis de la placenta, pero su implementación ha sido limitada. En España, solo el 10% de las placentas son enviadas a patología en casos de complicaciones, lo que subraya una subutilización de este recurso diagnóstico.

La investigación sugiere que el examen de la placenta podría ayudar a predecir problemas en futuros embarazos y mejorar la atención médica. Por ejemplo, este análisis podría proporcionar información sobre el riesgo de recurrencia de complicaciones como la preeclampsia y revelar nuevas relaciones entre signos clínicos y la eficacia de tratamientos.

Además de su potencial diagnóstico, el tejido placentario tiene aplicaciones prácticas. Aunque la donación de placenta no es común, su tejido puede ser utilizado en injertos para curar quemaduras y heridas graves, debido a su bajo riesgo de rechazo inmunitario. Asimismo, es una fuente de células madre, lo que añade un valor adicional a su análisis.

Sin embargo, la práctica clínica enfrenta desafíos significativos. Existe resistencia a considerar el examen de la placenta como parte del cuidado estándar, y hay una escasez de especialistas en este campo. En Estados Unidos, la patología placentaria se utiliza frecuentemente como una defensa contra demandas por negligencia médica, lo que limita su estudio.

La utilización adecuada de la placenta podría ofrecer información crucial sobre la salud materna y fetal, así como mejorar la atención en futuros embarazos. Promover su análisis y superar las barreras existentes en la práctica clínica puede significar un avance significativo en el cuidado y prevención de complicaciones durante el embarazo.

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