Un equipo de investigadores ha desarrollado un nuevo dispositivo, denominado OSIRIS (Sistema de Inducción y Regulación de Saciedad Oscilante), que busca revolucionar los tratamientos actuales para la obesidad. Este globo gástrico controlable presenta un enfoque innovador al inflarse antes de las comidas y desinflarse después, simulando la presencia y vaciado de alimentos en el estómago. Su objetivo es evitar que el cuerpo se acostumbre a la sensación de saciedad provocada por los globos gástricos tradicionales, que tienden a perder eficacia con el tiempo.
El OSIRIS se infla a un volumen de 1.5 litros en tan solo un minuto antes de cada comida y se desinfla después de comer. Se inserta a través de la boca utilizando un tubo flexible y se conecta a una unidad externa mediante una incisión en la pared abdominal, similar a los procedimientos para colocar tubos de alimentación. En cuanto a su diseño, aunque se desarrollaron dos prototipos iniciales, los investigadores optaron por el sistema de globo en lugar del cabezal expansible motorizado debido a su mayor seguridad y fiabilidad.
Las pruebas llevadas a cabo en modelos animales, específicamente en tres cerdos de aproximadamente 40 kg cada uno, mostraron resultados prometedores. Se observó una reducción de la ingesta de alimentos en más del 60% cuando el globo estaba inflado antes de comer. Los datos específicos de ingesta para cada cerdo en las distintas condiciones fueron:
- Cerdo A: 268 g (sin dispositivo), 284 g (globo no inflado) y 94 g (globo inflado).
- Cerdo B: 288 g (sin dispositivo), 285 g (globo no inflado) y 85 g (globo inflado).
- Cerdo C: 351 g (sin dispositivo), 344 g (globo no inflado) y 130 g (globo inflado).
Estos resultados fueron respaldados por análisis estadísticos utilizando pruebas t pareadas, que demostraron valores de p significativos (p < 0.05) al comparar el estado inflado con los otros estados.
A pesar del éxito en la reducción de la ingesta de alimentos, el dispositivo aún tiene aspectos pendientes de evaluar. En particular, se necesita investigar su eficacia a largo plazo en términos de pérdida de peso sostenida y prevención de la adaptación fisiológica que podría conducir a un aumento de peso. El Dr. Simon Cork de la Universidad Anglia Ruskin señaló la ausencia de reportes sobre cambios en el peso corporal, un factor crucial para determinar la efectividad del dispositivo.
La obesidad es un problema de salud global que sigue en aumento. En Estados Unidos, la tasa de obesidad entre 1994 y 2020 se duplicó, afectando a más del 40% de la población adulta. Los costos médicos anuales relacionados con la obesidad en el país superan los 170 mil millones de dólares, subrayando la urgencia de encontrar soluciones eficaces y accesibles.
El avance del OSIRIS ofrece una nueva esperanza en la lucha contra la obesidad, proporcionando una alternativa menos invasiva y más adaptable en comparación con los tratamientos quirúrgicos y farmacológicos existentes. Sin embargo, queda pendiente una extensa investigación y evaluación clínica para asegurar su seguridad y eficacia a largo plazo.
Este desarrollo destaca el potencial de la innovación tecnológica en el campo de la salud, abriendo nuevas vías para mejorar la calidad de vida de millones de personas que enfrentan desafíos relacionados con la obesidad.