Recientemente, un equipo de paleontólogos ha identificado el fósil de un ave del terror (Phorusrhacidae) en La Venta, un yacimiento en el Desierto de la Tatacoa, ubicado en el departamento de Huila, Colombia. Este descubrimiento data de hace aproximadamente 12 millones de años, lo que lo convierte en un hallazgo significativo debido a que representa uno de los mayores depredadores que existieron después de los dinosaurios y marca el primer registro de este tipo en el trópico de las Américas.
El fósil encontrado corresponde a un fragmento del tibiotarso, un hueso de la pata, y se estima que la especie probablemente pertenece a una nueva categoría de ave del terror. La altura del ejemplar hallado es de aproximadamente 2.5 metros y su peso rondaría los 156 kilogramos. Estos datos indican que esta ave era entre un 5% y un 20% más grande que otros forusrácidos conocidos, cuyas dimensiones variaban de 5 a 100 kilogramos.
La investigación, liderada por el paleontólogo Federico Javier Degrange, ha sido publicada en la revista *Papers in Palaeontology*. En dicho estudio, se compara este fósil con otros ejemplares, como el *Paraphysornis brasiliensis*, que medía casi 2.4 metros y pesaba más de 180 kilogramos. Durante el Mioceno, La Venta era un entorno diverso con grandes masas de agua, pantanos y praderas, donde coexistían diversas especies como mamíferos de pezuña, gliptodontes y grandes cocodrilos como el *Purussaurus*, que medía aproximadamente 9 metros de largo.
El hallazgo del fósil con marcas de dientes, posiblemente causadas por el *Purussaurus*, añade una perspectiva adicional sobre las interacciones depredador-presa en ese ecosistema. "Este descubrimiento sugiere que las aves del terror pudieron habitar en ecosistemas más tropicales de lo que se pensaba anteriormente", señaló Degrange, el líder de la investigación.
Este descubrimiento también resalta la importancia del yacimiento de La Venta, que ha sido recientemente reconocido como uno de los 100 nuevos sitios de Patrimonio Geológico por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, destacando su riqueza paleontológica y su relevancia para comprender la evolución de la fauna en el Mioceno. El hallazgo contribuye significativamente al conocimiento sobre la adaptabilidad de las aves del terror y sus hábitats, cerrando una brecha geográfica entre los registros fósiles de Sudamérica y Norteamérica.
Además de ampliar el conocimiento sobre la evolución de estas aves, el descubrimiento ofrece información valiosa sobre la dinámica ecológica de la época y cómo estas criaturas se adaptaban a diversos entornos. El Desierto de la Tatacoa es conocido por ser uno de los principales sitios paleontológicos de Colombia, con registros fósiles que datan de hace más de 10 millones de años, lo que lo convierte en un área clave para el estudio de la evolución de diversas especies.